Un día llegó a esta comunidad el hombre más sabio de todo el planeta y muchas personas llegaron a tratar de resolver sus dudas existenciales. El primero le preguntó :
– Maestro, usted que es el hombre más sabio, ¿Usted cree que Dios existe?.
El maestro lo miró y le respondió :
– ¿Tú crees que existe Dios?
Y él le dijo :
– Nunca lo he experimentado, no creo que en los próximos años lo experimente.
Y el maestro le dijo :
– Dios nunca ha existido, no existe y nunca existirá y se fue más tranquilo.
Después llegó el siguiente y le preguntó :
– Maestro ¿Usted cree que Dios existe?.
Y el maestro lo miró y le dijo :
– ¿Tú crees que existe?.
Y él le dijo :
– Yo siento que Dios ha estado presente desde mi concepción, lo siento en el pecho y siento que me guía y guiará mis próximos pasos.
El maestro le dijo :
– Dios siempre ha existido, existe y seguirá existiendo. Y se fue más tranquilo.
El único que había quedado perplejo de todo esto era el guardia que al escuchar se fue al maestro y le dijo :
– Maestro un momentito, este me he quedado perplejo porque usted le ha dicho al primero que Dios no existe y al siguiente le ha dicho que sí existe y el maestro le dijo :
– A ver primero ¿Qué hacías escuchando en la puerta de la conversación?. Y segundo, le he dicho la verdad, porque la verdad está en ti, en tu experiencia.